sábado, 23 de enero de 2010

Una anécdota de la vida real

Quiero contarles la lección más valiosa que me dio mi hermana cuando tuve a mis hijos; Nunca hables con tus niños a menos que los estés mirando directamente a la cara, solo así conocerás el verdadero significado de sus palabras.

Deseo aclararle que esta historia es completamente real y surje de una anécdota que nos sucedió con nuestro sobrino Guillo.

Una bonita tarde de verano, estaba Guillo con seis años sentadito en su silla favorita viendo televisión tomándose un juguito. De momento se hace una pausa y el niño pregunta;

Mamá, ¿qué es un preservativo?

Gira la madre sobre sus pies y agarra fuertemente el mapo para no caerse desmayada ahogando un grito de espanto. ¡HORROR! ¡PÁNICO! Llegó la temida hora de hablarle de sexo al nene. Respirando profundamente y haciendo acopio de todo lo aprendido en libros y universidades, le contesta con voz maternal e inocente: "hijo, un preservativo es un condón".

En plena cuenta regresiva, llega la más capsiosa de las preguntas; "¿Má, y para qué se usan los condones?" !Jaque Mate!, no hay vuelta atrás. Con fuerza de voluntad, serenidad, naturalidad y toda la paciencia de la que podamos hacer acopio comienza la explicación, a toda velocidad y sin dejar de mirar al suelo:

"Hijo, un condón es una bombita que se ponen los hombres en el pipí para evitar tener hijos" Punto, sencillo y firme, soy una mostra! Al notar que el niño no respondía nada, la madre le busca la mirada y lo encuentra mirando la etiqueta de su jugo; "Mamá, no entiendo", "No entiendes qué,Guillo? ¿Para qué un snaple quiere un condón?? "Mira mamá, su etiqueta dice "no tiene preservativos".


MORAJELA:

SIEMPRE MIREN A SUS HIJOS CUANDO LE HABLEN DE COSAS DELICADAS Y AVERIGUEN PRIMERO A QUÉ TIPO DE PRESERVATIVOS SE REFIEREN!!!

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