sábado, 23 de enero de 2010

La égida de mis sueños

Hace tiempo que este asunto de la expectativa larga de vida me tiene preocupada. La gente ahora vive más, por lo tanto, la vejez se alarga. Y yo quiero una vejez divertida. Recuerdo que mi abuela solo hablaba de que cuando fuera vieja (no sé qué más vieja quería ser...) soñaba con que la cuidáramos y la añoñáramos como si fuera una muñeca. ¿Pensar en un asilo? JAMÁS!! Eso era para quienes los hijos no los quisieran. Pues bien, si la querías tenías que cuidarla. Otra cosa, el tostón nos tocaba a nosotras porque los varones no están para eso. Por lo tanto, yo estaré jodida (perdonen lo altisonante) porque no tengo hijas. Ya me veo en el futuro, muerta de hambre y oriná hasta la coronilla esperando que Andrés y Fernan tengan tiempo de venir a limpiarme...........¡ja, ni pa'l krajo! Y no los culpo por eso, según yo quiero una vejez más divertida, también quiero que ellos tengan libertad de ir y venir sin estar pendientes de llevarle la natilla fría a la vieja. Conclusión: voy de cabeza para una égida.

¿Cuál es el escándalo si esto de las égidas fue lo mejor que se han podido inventar? Piensen, no hay que limpiar, ni cocinar, ni hacer el patio. Tienes tus comidas y meriendas calientes y a su hora, otras viejas para chismear y televisión por 12 horas. Hello, ¿¿qué más quieres?? Ahora bien, mi égida tiene que ser especial, tiene que tener otras cosas adicionales. Por ejemplo, tendrá happy hour (Don Q cristal en el ensure, please), sex shop (con viagra “over the counter”), permitirá mascotas y los matrimonios podrán dormir juntos en la misma craftmatic. Tendremos “jarana” los lunes, bingo los martes y dominó los miércoles, (ambos con apuestas de dinero para matar las ganas del casino), karaoke los jueves, noche de tapas los viernes y gira los sábados por aquello de que los empleados necesitan estar solos un día para limpiar con calma y sin tanto viejo jodiendo. ¡Sí ya sé, faltan los domingos! Éstos podemos dejarlos para que los hijos nos visiten y calmen sus sentimientos de culpa haciendo Goofy Games con los nietos. ¿No suena divertido? Según la temporada tendremos clases de salsa, merengue, bachata, reaggetón y eligiremos el rey y la reina del mes.

Con todo esto en mente estaremos tan ocupados divirtiéndonos que no nos daremos cuenta de si estamos en una égida o en un crucero. Y lo mejor es que como la mayoría estaremos chochos las actividades se pueden repetir sin preocupación porque nadie se va a acordar de lo que hizo la semana anterior, jajaja! ¿No creen que es un éxito?

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