sábado, 23 de enero de 2010

Krajo, cono...o la importancia del lenguaje.

La tecnología es maravillosa, nadie lo dude. Pero según lo maravillosa que puede ser también puede ser desastrosa. Últimamente hemos escuchado muchas noticias sobre la falta de actividad física de nuestros niños debido a los juegos electrónicos como también hemos escuchado de muchas personas que han dejado a un lado su vida social real por dedicarse únicamente a redes sociales virtuales como facebook y twitter.

Pero si hay algo que me tiene preocupada es lo que la tecnología le está haciendo a nuestro idioma. Ya no se entiende lo que la juventud escribe. Que si “t kiero”, “grax x traerme mah”, “me stuvo aki”, “tngo n dia spr largo”. Por Dios!! Jeroglíficos puros. Y no sólo la tecnología está haciendo estragos, el inglés también nos está matando. La mayoría de las computadoras que se venden en Puerto Rico están configuradas para el inglés. Por lo tanto, no tienen acento ni “ñ”. Alguna gente se preocupa por buscar cómo poner los acentos pero a la pobre “ñ” me la tienen olvidada. Nada más miren en facebook los mensajes del 31 de diciembre. ¡Cuánta gente nos deseó tener un ano nuevo! Señores, todos sabemos lo que es un ano. Cada vez que leía un mensaje de felicitación les juro que me sonaban los oídos e invariablemente pensaba: “con tantos anos nuevos nadie tendría problemas de estreñimiento.” Tengo que confesarle que vivo enamorada de la “ñ” y que cada vez que veo algo escrito donde la ignoran siento que me da algo. Y para el que piense que la “ñ” no es lo suficientemente importante lo reto a leer la siguiente oración ignorándola:

“Dile al ñoco que te dé un ñaqui de ñame o caña para darle de comer a la pequeña niña mañosa de la muñeca en la mano que viene mañana de visita a la cabaña en Añasco.”

Y para todo aquél que aún piense que esto del lenguaje no es tan importante, les dejo con la siguiente imagen: Está usted parado pacientemente esperando por que se desocupe un estacionamiento en el Mall para acomodarse. De momento viene este atorrante en sentido contrario al suyo y le coge descaradamente el espacio que usted esperó. Cree usted que tendría el mismo sabor gritarle: “¡krajo, cono, puneta, ojalá tengas veinte anos de estrenimiento!........¿Verdad que no?

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