miércoles, 11 de agosto de 2010

Soy una viejita verde

Quiero ser una viejita verde, o mejor aún, una mujer madura verde. ¿En qué están pensando? ¿No se le llama "movimiento verde" a todo este movimiento del reciclaje y la conservación del ambiente? Pues si yo practico esta tendencia soy una doñita verde, ¿o no?

Con tanto bombardeo de los medios sobre la conservación del ambiente ya se me está pegando algo y como ahora soy ama de casa tengo más tiempo para estar pendiente de este tipo de cosas. Ya comencé a dividir la basura. Todos los envases plásticos los acumulo en una bolsa plástica y los mando a reciclar. Los envío lavaditos y sin etiquetas a algún centro de reciclaje, todo organizadito y limpio. En lo que se me ha ido el caché es en el reciclaje de productos agrícolas. Con las cáscaras de las viandas, cebollas, plátanos, panas y todo ese tipo de basura biodegradable, sencillamente me paro bien jíbara a la orilla del barranco y, ¡zum! los tiro monte abajo. Claro, este es un remedio sencillo en lo que construyo una caja para crear composta. Mientras tanto la composta está regada por el monte.

Pero lo que más duro me ha dado es este asunto de las bolsas plásticas. Me da mucha pena ver todas esas fotos de animalitos enredados en bolsas de supermercado por lo que estoy totalmente comprometida con la causa, aparte de que espero que en PR, como en muchos países del mundo, las prohíban y la gente se vea obligada a usar bolsas reusables.

Pues les cuento que tengo bolsas reusables de todos los colores, tamaños y compañías. Unas son compradas otras regaladas, algunas para frío otras para lo no frío. Las del supermercado son normalitas pero las del mall son "chic". ¡Por supuesto que no voy a ir por todo el mall con una bolsa común y corriente que diga "Pan Pepín"! ¡Jamás! Lo lamento, pero como decía aquel personaje de televisión, "primero muerta que sencilla". Las bolsitas para ir al mall las compro en Marshalls con diseños multicolores y en combinación con la ropa o utilizo los bolsos que me regalan cuando compro cosméticos ya que con ellos mato dos pájaros de un tiro, ando regia por el mall y de paso todo el mundo sabe que no uso Maybelline.

Haciendo pequeños ajustes todos podemos ayudar un poquito a nuestra islita y a todo este mundo que ya bastante maltrecho está. Y de paso me divierto muchísimo cada vez que voy a pagar a una caja registradora. Es preciso verle la cara a la empleada cuando le digo: "échamelo aquí que yo soy una viejita verde"........... ella con cara de "¿yo entendí bien? Se llamó vieja verde"......... Acto seguido me pregunta muy disimuladamente, "¿perdón?" Mientras yo le contesto con la cara más pícara que tengo, "todo el que recicla pertenece al movimiento "go green", ¿no?, por lo tanto hija, yo soy una viejita verde. ¡AH, ESO! Y sigo andando lo más changona con mi bolsita de Marshalls.

1 comentario:

  1. GENIAL!!! Tu narrativa me lleva a imaginarte en cada uno de los escenarios que describes y te confieso que estoy loca por seguirte los pasos, convirtiéndome en otra viejita verde!!!

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