jueves, 29 de abril de 2010

Rivera Schatz y el síndrome de la cuernúa

Hoy el Presidente del Senado de Puerto Rico, Hon. Thomas Rivera Schatz, sucumbió al “síndrome de la cuernúa”. En varias ocasiones hemos visto prominentes figuras públicas renunciar a sus puestos tras revelarse algún escándalo de infidelidad. Todos recordamos a Bill Clinton por aquello de dar un buen ejemplo a mis alegaciones. Cada vez que alguno de estos hombres se para detrás de un podio con la frente en alto, piedra en mano lista para darse golpes de pecho, voz apesadumbrada y semblante enjuto es que va a declarar lo mismo, que le pegó cuernos a su esposa. Muchas veces a su lado, toda digna, callada y avergonzada se encuentra ella. Ese ser anónimo, sumiso y callado que aguanta sublime las miradas acusadoras de los espectadores del evento. Todas tienen un factor común, aguantan con dignidad y sosiego las especulaciones que deberían ser para su esposo, no para ella.

Según ellas mismas alegan, ninguna sospecha nada y todas acogen con fe ciega y benevolencia las explicaciones del marido. Para ellas, cualquier explicación es buena.

Hoy Rivera Schatz actuó como una de ellas. Fue claro y somero al decir que las explicaciones dadas a él por el Senador Héctor Martínez eran suficientes,...... punto. Que nadie pregunte nada.....que nadie comente nada.......ya se sabrá la infame verdad, según dijo nuestro señor Presidente del Senado. ¿Que lo vieron montaíto en el avión? Eso puede explicarse. ¿Que se sentó alegre y “motivao” a ver la pelea de Tito Trinidad? Qué importa, cualquiera puede recibir regalos. ¿Que pasó un fin de semana súper con todo pago en Las Vegas? ¿¿¿Y???? Que alguien se atreva ahora a quitarle lo bailao. Para quien lo intente tendrá que enfrentarse a un Tommy, fiero, sublime y digno dispuesto a defender a su correligionario de los argumentos de sus enemigos, de esas lenguas biperinas que solo quieren desacreditarlo. No en balde para eso están los presidentes de senado, cual esposa digna, a defender lo indefendible.

Total, yo estoy “manos afuera” porque como en toda pelea de matrimonio, nadie debe meterse. Eso le toca al PNP. Como todos sabemos, toda familia que se precie de serlo lava los trapos sucios en la casa, y yo no tengo vela en ese entierro.

Eso sí, mientras tanto, sin deberle favores a nadie, sin regalos y con verdadera dignidad, me siento en las gradas a ver esta pelea.......... sin que nadie pueda quitarme lo bailao.

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