jueves, 29 de abril de 2010

La calle ensangrentada

Si creíamos que éramos un pueblo ciego e imprudente déjenme decirles que nos equivocamos. Hay pueblos peores que nosotros. Acabo de leer que en Bankok hicieron una protesta grotesca, asquerosa e irresponsable al gobierno de turno. Más de 50,000 personas donaron sangre para, una vez recolectada, tirarla en la calle frente a la sede del gobierno. Sí, literalmente tirarla. La idea es que el Primer Ministro le dé cargo de conciencia pensando que su gobierno está cimentado en la sangre de su pueblo y así renuncie y se celebren nuevas elecciones. Imagínense nosotros tirando sangre donada en las escalinatas del capitolio cuán menstruación gigantesca. Sí, ya sé que los gobiernos nos dan más dolor que una regla después de un atraso de tres meses, pero no hay razón que justifique semejante derroche de sangre. Solo piensen en la cantidad de vidas que se pudieron haber salvado si ésta hubiera sido recolectada y sabiamente usada para fines médicos. Pero claro, hay que ser colorido y asqueroso para llamar la atención y qué mejor que esto. Les aseguro que al Primer Ministro de Bankok no se le pasará por alto el asunto con la peste que se quedará en esa calle por días.

Por lo que ahora les digo, ¡gracias a Dios que a Tito Kayak no le viene la regla! Solo de pensar la de ideas que esta noticia puede darle me da un asco brutal. Mejor ni lo pienso.

¿Recuerdan que hace poco algunos de nosotros nos quedamos asombrados por que nuestros compatriotas hicieron largas filas desde la madrugada para ser los primeros en entrar a una tienda que se inauguraba al día siguiente? Amigos, esta gente, los “Bankoteños”?, “Banketiñenses”? .....o como se diga, hicieron largas filas para pincharse, ¡más increíble aún! No puedo negar que el poder de convocatoria que tuvo su líder es monumental, porque gente, si yo no hago fila para entrar a una tienda, mucho menos la haría para “botar” mi sangre. Déjenme no decirlo muy duro porque con el despilfarro de contratos que hay en nuestra legislatura es capaz y se lo traen para acá como portavoz del banco de sangre para ver si los recaudos aumentan. Así son y así somos......

Sin embargo, estas cosas son las que me hacen apreciar mi linda islita con todo lo malo que pueda tener nuestra gente y nuestro gobierno. Porque nosotros seríamos incapaces de convocarnos para semejante atrocidad. Porque hemos demostrado que cuando nos unimos lo hacemos por causas justas, meritorias y nobles. Porque hacemos titulares enviando nuestra sangre, con todo y su envase humano, para ayudar a nuestros hermanos haitianos, chilenos o a donde sea necesario. Porque además enviamos brazos, corazones y almas para darnos a quien nos necesite. Porque no desperdiciamos nuestra sangre cuando de tirarnos a la calle se trata. Porque no botamos sangre sino que la ponemos a trabajar. Así somos y así seguiremos siendo....

Nada, que yo pensaba que el ser humano era imbécil, pero me quedé corta.

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